HELSINKI

Ciudad pesquera. Salida de un episodio de “Doctor en Alaska”.Se oyen las gaviotas que me acompañan hasta el hotel, en el mismo muelle. Antes, el mercado callejero de comida. Pescado, verdura y fruta. Me hace gracia el de la pescadería, abriendo un pescado y vestido con un gran jersey de lana y gorro a juego. Hace frío pero el cielo está despejado. La brisa del mar te hiela las entrañas. Se ve difuminado…
Otra Catedral, impresionante. Esta vez sin velas, no las veo por ningún lado…Luego plaza del Senado, otra iglesia, estación de trenes….estoy buscando un museo donde está “El Pensador” de Rodin. No lo encuentro y ya voy por la cuarta comprobación en la misma calle. Me rindo. Si él no se deja ver, yo tampoco.
El resto regular. No me parece bonito, aunque comparado con Estocolmo me parece más real. La gente viste más normal y es menos guapa.
A dos metros sobre tu cabeza se enredan los cables del tranvía, me recuerdan al juego del hilito…
Busco algo que hacer, me embalsamo dentro de la bufanda y camino por las avenidas del centro. Busco un sitio bonito para tomar café o mejor un chocolate caliente, pero está lleno de centros comerciales….me conformo con uno rápido en un “super” y me lo tomo en mi superhotel. Oyendo música, coldplay. Los traje conmigo.